EL VINO EN ESPAÑA: PARTE DE NUESTRA CULTURA E HISTORIA.

27 de November de 2020

  1. EL ORIGEN DEL VINO EN ESPAÑA

El origen de vino en España data de las primeras plantaciones en el año 3.000 a.C. con la llegada de los Fenicios a nuestras tierras, si bien, los primeros cultivos no se iniciaron hasta el 1.100 a.C. en la zona de lo que hoy es Cádiz, en el litoral occidental andaluz.

A lo largo de la época del Imperio Romano se vivió una época de expansión que no solo cubrió toda Europa a medida que avanzaba el imperio, sino que en España también fue acaparando territorios. Los romanos hicieron su cultivo extensivo y mejoraron las técnicas de elaboración siendo España una de sus despensas y fuente de abastecimiento.

Con el Imperio Visigodo y el paso de los árabes por nuestro país (s. VIII) vivimos una época ambigua en la que no se perdió el cultivo, pero tampoco supuso mejoras o desarrollo.

Entre los siglos IX-XIV se vive una época de expansión y crecimiento. Con la religión como hilo conductor podemos hablar de una expansión religiosa durante los siglos IX a XI a través del Camino de Santiago y los monasterios, sobre todo en Rioja y Ribera del Duero fueron la puerta de entrada para los venidos desde Europa.

A partir del siglo XII se comienzan a plantar viñedos en Cataluña y en la zona de Jerez llevando a cabo una repoblación de la zona que había sufrido alguna pérdida de viñedo durante épocas anteriores.

Con la Reconquista (s. XIV) se produce el despegue definitivo de la viticultura e incluso podemos empezar a hablar del concepto de exportación.

El Descubrimiento de América (s. XV) fue decisivo. Los Reyes Católicos a medida que iban incorporando nuevos territorios reconquistados a los musulmanes se producía una replantación de vides. El proceso de exportación se intensificó al acompañar a nuestros colonos al otro lado del atlántico y la importancia de las Islas Canarias como punto de escala en los viajes a América hicieron llegar a dichas islas las primeras plantaciones de viñedo en el 1497.

El s. XVI fue una época convulsa, por un lado, nuestro vino de Jerez “conquistaron” el mercado británico, aunque más bien fuera una acción de piratería. Y por otro, algunas de las colonias españolas rozaron la amenaza económica del país el desarrollar allí procesos productivos que sustituían a los de la propia nación.

 

  1. HISTORIA MODERNA EN ESPAÑA

 

 Zonas como Jerez, Málaga y Rioja llevaron la batuta durante los siglos XVII y XVIII, pero se quedaron atrás ante la competencia y modernización del sector derivada de la revolución industrial que otros países supieron adoptar más rápidamente.

La llegada de la Philoxera a medidados de s.XIX supone un antes y un después en la industria vitivinícola europea y, como no, española. La demanda francesa ante la pérdida de sus viñedos supuso una “colonización” en los territorios limítrofes con dicho país en las que zonas como Rioja, Navarra, Cataluña, etc. vivieron un resurgir con una consolidación de la producción asumiendo mejoras técnicas en viñedo y elaboración, importación de variedades foráneas, regulación, etc. No obstante, España no sobrevivió la plaga y prácticamente la totalidad del país sufrió las consecuencias. Hay que reconocer que la orografía del país, así como los diferentes terrenos, distancias entre regiones, hizo que la expansión de la epidemia fuera lenta, aunque inevitable. Fueron las plantaciones llevadas a América las que salvaron a España y a Europa del mayor desastre de la industria vitivinícola.

Una vez superada la plaga y reestablecido en cierta medida la actividad vitivinícola la primera mitad del s. XX vino cargada de vicisitudes también. La Guerra Civil Española (1936-1939) supuso un abandono del campo y, por ende, del viñedo. No hubo tiempo tan siquiera de recuperarse puesto que enseguida llegó la paralización del mercado europeo con la IIGM (1939-1945).

Llegados los años 50’s España comenzó a recuperarse y a generar cierta estabilidad interna que fomentara de nuevo el consumo, la producción, etc. Esta primera etapa de recuperación se basó principalmente en mercados exteriores que contribuyeron al repunte de zonas como Jerez y Rioja.

Con la llegada de la transición y la democracia la creciente clase media propició el desarrollo interno de la industria basada en un consumo interno. Esta demanda creciente supuso en los 70’s y 80’s el gran salto hacia la modernización y profesionalización del sector casi hasta el punto como lo conocemos a día de hoy. Esta época supuso una auténtica revolución para el sector.

La llegada de la Unión Europea supuso la llegada de regulación, inversión y ayudas que permitieron continuar con ese proceso de mejora y optimizar recursos llevando a un aumento de la producción y de la calidad que puso a España a niveles de otros productores históricos europeos y del nuevo mundo. Este hecho marca el desarrollo del s. XXI en el que la competencia y competitividad del sector es agresiva y cada vez más se plantea la dificultad de la diferenciación.

En los últimos años han surgido nuevas regiones, variedades, filosofías de elaboración que buscan hacerse un hueco, aunque sea con pequeñas producciones, en este mundo de vino.